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Por Daniel Rodea

 

El sensor de desplazamiento es un dispositivo que podemos encontrar en todas las máquinas de pruebas (salvo ciertas excepciones muy puntuales). En la mayoría de las ocasiones, las máquinas cuentan con dos canales que integran los dispositivos para medir fuerza y para medir desplazamiento. 

Algunos ejemplos de situaciones en las que podemos ver el uso de sensores de desplazamiento son: empresas que hacen concreto, fabricantes de acero y en la industria automotriz en los sistemas cuatro postes. En este último caso, estas pruebas que se hacen en los automóviles se basan totalmente en el desplazamiento y tienen el objetivo de reproducir bien lo que pasaría en la vida real en un bache, tope, zona de vibradores y terracería para eliminar los diferentes ruidos que se producen. 

 

¿Cómo funcionan?

 

Al momento de hacer un análisis del comportamiento de los materiales, además de medir la fuerza, también es necesario saber cómo se va deformando el material y, para esto, es necesario medir el desplazamiento. 

En el caso de las máquinas electromecánicas, estas cuentan con un codificador óptico, también conocido como encoder óptico. Mediante este codificador se hace la medición del desplazamiento. Este dispositivo tiene unos discos de cristal que van pasando frente a un sensor óptico y va contando pulsos, cada pulso equivale a una porción de desplazamiento y con esta información podemos calcularlo. 

Las máquinas servo hidráulicas cuentan con un transformador diferencial de variación lineal (LVDT, por sus siglas en inglés). Se trata de un transformador de desplazamiento lineal que funciona por medio de corriente alterna y, conforme se va moviendo la máquina, el núcleo se mueve dentro del sensor. Esto lo convierte en una señal eléctrica proporcional al desplazamiento de la máquina y de esta manera se hace el cálculo. 

 

¿Cuándo debe cambiarse el sensor de desplazamiento de mi máquina?

 

Dentro de la bobina hay un núcleo que se está moviendo constantemente y esto provoca su desgaste. Cuando está en un nivel más avanzado de desgaste, el núcleo toca eléctricamente las bobinas de cobre y, como consecuencia, empieza a hacer ruido y movimientos inusuales. Es aquí cuando el sensor deberá ser reemplazado.

También, al momento de hacer la calibración de la máquina, si se detecta que las lecturas ya no son lineales, va a ser necesario hacer el cambio del sensor.

 

Algo muy importante de destacar, es que los sensores de desplazamiento se encuentran en una zona complicada de acceder dentro de la máquina, por lo que su instalación debe de ser realizada por un técnico experimentado.

Él acudirá a desarmar la parte en donde está guardado el sensor y se encargará de soldar las conexiones eléctricas necesarias. Posteriormente, hay que hacer su calibración, no importa que el sensor sea exactamente del mismo modelo que el anterior, cada sensor tiene  su propio comportamiento y debe ser calibrado. 

 

Su calibración, un factor trascendental

 

Como vimos, no solo basta con tener un sensor de desplazamiento de excelente calidad. Para poder confiar en los resultados que arroja, es necesario calibrarlo en un laboratorio acreditado ante la EMA, como el de Grupo CTT, que es es el único acreditado ante la EMA para hacer calibraciones en desplazamiento.

Además, en Grupo CTT podemos apoyarle con la venta, instalación y asesoría acerca de los sensores de desplazamiento. Uno de nuestros grandes aliados es MTS Systems, con lo usted puede tener la certeza de que los resultados que dan nuestros sensores son muy precisos. 

Si se ha quedado con alguna duda o desea recibir información más personalizada. Solo póngase en contacto con nosotros.   


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